La triste historia comienza cuando Marissa Evans quedó destrozada ante la muerte de su hijo Nikolas, quien murió brutalmente golpeado en una noche con sus amigos. El muchacho de 21 años de edad, sufrió una lesión cerebral devastadora cuando su cabeza golpeó contra el pavimento.
El joven pasó cinco días en cuidados intensivos, antes que Marissa, conocida como Missy, tomó la dolorosa decisión de apagar su máquina de soporte vital. Y ante tal situación, la divorciada de 44 años, tomó la polémica decisión de cosechar su esperma.
Un juez autorizó a los médicos para seguir con la petición de Missy, y cumplir el deseo de Nikolas de convertirse en padre. La dolida madre dijo: “Le dije al Juez que yo quería un nieto de mi hijo, me miró con dulzura y no se opuso”.
La madre agregó: “El fin de semana antes de morir, estábamos hablando de que sería un gran padre. Y le dije que sería una abuela muy buena, sólo una semana después, todo cambió de repente…”.
Ahora Missy está en la labor de conseguir la ayuda de una madre sustituta y donante de óvulos para tener hijos de su hijo.
Fuente: thesun.co.uk
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