En la mitología griega, Pandora fue la primera mujer hecha por orden de Zeus como parte de un castigo a Prometeo por haber revelado a la humanidad el secreto del fuego.
Prometeo decidió robar las semillas de Helios a los dioses y entregárselas a los hombres para que pudieran comer y para que cultivaran.
Zeus se enfadó y ordenó la creación de una mujer que llevará las virtudes de diferentes dioses. Hefesto la moldeó de arcilla y le dio forma; Atenea le dio su ceñidor y la engalanó; Hermes puso en su pecho mentiras, palabras seductora y un carácter voluble.
Prometeo advirtió a Epimeteo no aceptar ningún regalo de los dioses, pero Epimeteo no escuchó a su hermano y aceptó a Pandora, enamorándose de ella y finalmente tomándola como esposa.
Hasta entonces, la humanidad había vivido una vida totalmente armoniosa en el mundo, pero Pandora abrió el ánfora que contenía todos los males, liberando todas las desgracias humanas (vejez, fatiga, locura, vicio, pasión, plaga, tristeza, pobreza, crimen, etc.). Pandora cerró la caja justo antes de que la esperanza saliera.
Según Graves, estaríamos ante la precursora griega de la Eva bíblica, puesto que Pandora es considerada como la primera mujer. El mito intenta imponer a la mujer la culpa de todos los males de la humanidad.
"El peor analfabeto es el analfabeto político. El que no ve, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El que no sabe que el costo de la vida, el precio de los garbanzos, del pescado, de la harina, del alquiler, del calzado o de las medicinas, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece e hincha el pecho diciendo que odia la política.
No sabe el imbécil, que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de todos los bandidos que es el politico corrupto y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales."
Que no son, aunque sean./ Que no hablan idiomas, sino dialectos./ Que no profesan religiones sino supersticiones./ Que no hacen arte sino artesanía. / Que no practican cultura, sino folklore. /Que no son /seres humanos, sino recursos humanos./ Que no tienen cara, sino brazos. / Que no tienen nombre, sino número. / Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. /Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata. GALEANO.
Estas cinco reglas están relacionadas, con los llamados "venenos" del Budismo Tibetano. Todas las enseñanzas budistas están relacionadas.
1.-La primera regla, libera tu corazón de odio Nos aconseja apartarnos de uno de los tres venenos principales, el odio.
2.-Libera tu mente de preocupaciones Reitera la importancia de no conceder tanta importancia a las situaciones y los pensamientos y tener más presente la relatividad intrínseca de todos los fenómenos.
3.-Analizando la tercera, vemos que la humildad es el antídoto al veneno del orgullo. https://encrypted-tbn3.google.com/images?q=tbn:ANd9GcQ2KFgtpGsKlrB7eKQlJ80lEhZHf2PUtXYNgCFkdYDx5GBSyI4d 4.-la cuarta regla para la felicidad: ésta habla de la generosidad con una buena motivación, el no-egoísta. Esto es vital. Lo importante es el acto de dar (sin la intención de recibir), por eso, lo importante es que ofrezcamos cosas que nosotros creemos valiosas e importantes. Ya que ahora nos estamos fijando más en nuestro acto personal generoso que en el que recibe, si damos cosas que consideramos buenas y valiosas estamos generando mayor generosidad que si ofrecemos algo que no apreciamos.
5.- La quinta y última regla para la felicidad: "acepta más, espera menos". Si aceptamos las cosas como nos las encontramos nuestra felicidad será mayor. Si por contra siempre nos hacemos una idea de lo que deseamos que nos pase y nos imaginemos como queremos que sea lo que sabemos que va a suceder, al ver la realidad caeremos en una comparación y nos decepcionaremos. No debemos hacer demasiados planes ni deseos para el futuro, debemos tener una actitud abierta a lo que se nos muestre, aceptando toda clase de cosas.
De esta forma vamos a incrementar nuestra felicidad: alejándonos del odio, las preocupaciones y el orgullo y abrazando la generosidad y la actitud mental.
Las cuatro nobles verdades del Budismo.
Primera Noble Verdad: La vida incluye el sufrimiento. Todos hemos pasado por situaciones frustrantes y dolorosas. De hecho, una buena parte han sido experiencias que nos hacen sentir miserables y nos parece que todo el dolor del universo está puesto en nuestros hombros. Nos preguntamos porqué nos tocó a nosotros sufrir esto, nos conmiseramos y casi siempre generamos una resistencia y apatía contra las personas que nos hicieron daño. Buscamos venganza.
Lo que no vemos es que no somos los únicos que sienten dolor. Todas las personas del mundo sufrimos emocionalmente y nos hacemos la vida de cuadritos porque X situación no sale justo como la imaginábamos.
Nacer, crecer, amar, comer y todos los verbos que pongan aquí resultan en dolor en algún punto. Esto es porque la vida incluye el dolor emocional y todos los seres humanos lo experimentamos.
Segunda Noble Verdad: El sufrimiento tiene una causa Hay muchas clases de sufrimiento. Si nos duele la cabeza o tenemos gripe, es dolor físico y no lo controlamos; simplemente sucede porque tenemos un cuerpo.
Pero los humanos nos caracterizamos por crearnos situaciones que nos hacen sufrir. ¿Recuerdas que cuando eras adolescente sufrías por todo? Cuando no te daban permiso, cuando esa persona que te gustaba no te hacía caso, cuando tus amigos no te invitaban, cuando no podías comprarte un disco. Toda la experiencia de la adolescencia produce sufrimiento.
Y tu vida adulta no es diferente. Ahora sufres porque no te alcanza para una casa enorme, porque quieres un mejor auto, porque tienes un trabajo miserable (y yo levanto la mano aquí), porque las cosas no salieron como quieres, porque comiste mucho y ya no te queda tu ropa.
Tus apegos, positivos o negativos, son la causa del sufrimiento emocional.
Tercera Noble Verdad: El sufrimiento siempre termina Una realidad es que nada es para siempre. No importa qué tan perfecto esté tu fin de semana en la playa, sabes que el lunes tienes que estar temprano para trabajar.
Si estás en la fiesta más divertida de tu vida, sabes que durará sólo un poco más y luego tendrás que ir a casa a dormir.
El sufrimiento se comporta igual: siempre se acaba.
El problema con el sufrimiento, y como con todas las emociones negativas, es que es muy poderoso. Una hora de sufrimiento puro borra de nuestra memoria 10 años de felicidad. Hay situaciones en las que parece que todo el mundo se viene abajo, hay desolación en nuestros corazones y todo indica que así será el resto de nuestras vidas.
Pero al final, contigo o sin ti, el sufrimiento termina. Siempre.
Cuarta Noble Verdad: Existe un camino para terminar con el sufrimiento Si somos inteligentes y comprendemos que mentir, robar, matar, beber alcohol o desvelarse traen consecuencias, dejamos de hacerlo. Terminamos con una conducta que nos hace daño.
De la misma manera, el sufrimiento es igual. Se puede acabar o, al menos, aminorar si somos inteligentes y si de verdad nos dedicamos a ello.
Vivir en calma y paz es invaluable, aun a pesar de nosotros mismos.
Como les dije al principio, estos cuatro factores que marcan nuestras vidas no aplican al budismo. Son verdades universales que están en la vida de cualquier persona.
Traten de ver ejemplos prácticos en sus propias vidas y verán que todo esto está vigente y se aplica a la perfección.
Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así, para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.
Tú no sabes quiénes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellas, sabes y comprendes que afectarán tu vida de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca habrías realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.
Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte... Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura, más empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida; las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres.
Inclusive se puede aprender de las malas experiencias.
Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.
Si alguien te ama, ámalo tu también no porque él o ella te ame, sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.
Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento.
Entabla una conversación con gente con quien no hayas dialogado nunca, escúchalos y presta atención.
Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto.
Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo; si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.
Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela... No olvides que Dios tiene un plan maravilloso para cada uno de nosotros, y debemos aprender a descubrirlo.
Compatriotas: es posible que silencien las radios, y me despido de ustedes. En estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con este ejemplo, para señalar que en este país hay hombres que saben cumplir con las obligaciones que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por la voluntad consciente de un presidente que tiene la dignidad del cargo…
Quizás sea ésta la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura, sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron.
Soldados de Chile, comandantes en jefe y titulares… al almirante Merino… … El general Mendoza,
general rastrero que sólo ayer manifestara su solidaridad y lealtad al gobierno, también se ha denominado director general de Carabineros.
Ante estos hechos sólo me cabe decirle a los trabajadores: yo no voy a renunciar. Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. Es este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, espero que aprovechen la lección. El capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición: la que les señaló Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctima del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena conquistar el poder para seguir defendiendo sus granujerías y sus privilegios. Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra: a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de su preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas, a los que hace días están trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clase para defender también las ventajas de sociedad capitalista.
Me dirijo a la juventud a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha; me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente en los atentados terroristas, volando puentes, cortando las vías férreas, destruyendo los oleoductos y los gasoductos frente al silencio de los tenían la obligación proceder… La historia juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa me seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes, por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la patria. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres el momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras, teniendo la certeza de que el sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.