Licenciado Sergio Grullón
Doña Rosa Gómez de Mejía
Distinguidos dirigentes de los movimientos externos
Distinguidos invitados,
Señoras y señores:
El 6 de junio del año pasado, hace dieciocho meses, desde este mismo lugar anunciamos al país nuestra decisión de aspirar a la Presidencia de la República.
En esa ocasión invitamos a las diferentes fuerzas sociales, no organizadas en los partidos políticos, a que nos acompañaran en la lucha para derrotar las causas que mantienen a nuestro pueblo sumido en el desempleo, el alto costo de la vida, la inseguridad ciudadana, la corrupción, el narcotráfico, los apagones y la falta de educación y salud.
Este encuentro impresionante y lleno de entusiasmo con representantes de los diferentes movimientos y grupos externos, que se han creado en estos meses, en apoyo a nuestra candidatura, es una clara expresión de la acogida que tuvo ese llamamiento.
Esta asistencia masiva de ciudadanos independientes, de toda la geografía nacional, de todas las clases sociales, es una clara indicación de que el pueblo quiere un cambio. Y de que el pueblo sabe muy bien que nosotros representamos ese cambio.
Los movimientos y grupos de apoyo presentes en este encuentro, forman parte de las fuerzas sociales no partidarias que han abrazado con fervor nuestra causa, para derrotar la incapacidad, el dispendio y la corrupción que caracteriza al gobierno del PLD y su candidato Danilo Medina.
Reciban pues mis felicitaciones, los hombres y mujeres del poderoso Sector Externo de nuestra candidatura, por la efervescencia que se siente en todo el territorio nacional, producto de su trabajo, dedicación y entusiasmo.
Ustedes son parte de las fuerzas más sanas y comprometidas con el ideal de una sociedad más justa, honesta y transparente.
Por eso, pueden estar seguros de que la capacidad y fuerza moral que ustedes están aportando para nuestra victoria, la vamos a incorporar al gobierno para producir las transformaciones políticas, económicas y sociales, que son aspiración de nuestro pueblo.
Con cada día que el PLD y Leonel Fernández permanecen al frente de la administración pública, se profundiza el malestar y las dificultades que sufre nuestra gente.
Todos los indicadores relacionados con el funcionamiento del país y sus instituciones se han deteriorado en estos siete años de gobierno del PLD, a niveles tales que avergüenzan al más indiferente de los dominicanos.
La educación, que es el pilar en que descansa el futuro de nuestros jóvenes y la competitividad del país, ocupa unos de los peores lugares en el mundo, en cuanto a calidad de la enseñanza se refiere.
Estamos convencidos de que sin cambiar esta realidad y educar a nuestro pueblo, será muy difícil salir de la pobreza y mejorar las condiciones de vida de nuestra gente.
Por eso, hemos asumido la demanda del 4% para la educación, como un compromiso sagrado que vamos a cumplir, porque sabemos que muchas cosas pueden esperar, pero no la educación.
Tenemos que invertir ahora para que la pirámide poblacional del país, compuesta mayoritariamente por niños y adolecentes, crezca educada y con las destrezas que se necesitan para tener oportunidades en el ambiente económico y social del futuro.
A partir de agosto del próximo año 2012 todos los niños en edad escolar tienen que asistir a la escuela.
Vamos a crear un programa con trabajadoras sociales que visiten las familias y determinen el nivel de apoyo que requieren los hogares pobres, para que no se quede ningún niño o niña dominicana sin recibir el pan de la enseñanza.
Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación están conectando como nunca antes a personas, lugares, mercados, ideas y culturas y han creado nuevas posibilidades económicas globales para la creación de riqueza y el bienestar humano.
Vamos a trabajar para que nuestros jóvenes reciban una educación que les permita acceder a las oportunidades y beneficios que estas nuevas tecnologías están contribuyendo a crear.
El alto índice de desempleo y la falta de oportunidades impiden que el país aproveche la energía, calidad y vitalidad de sus jóvenes.
Nosotros vamos al gobierno a trabajar para cambiar esa realidad.
Nuestro principal compromiso a favor de la mujer dominicana es ayudarla a cultivar sus propias capacidades para que pueda escoger y decidir por sí misma en la vida, con un gobierno que le garantice sus derechos, sin discriminación y con igualdad de oportunidades.
Desde el gobierno vamos a impulsar que nuestras mujeres, que se esfuerzan todos los días para educarse, y que hoy constituyen más del 60 por ciento de la matrícula universitaria, tengan mayores oportunidades en los puestos de dirección de la administración pública, tanto en posiciones técnicas como administrativas.
La caída del índice de competitividad del lugar 62 que ocupaba el país en 2004, al lugar 110 en el presente, es otro claro indicador del fracaso del gobierno del PLD y sus candidatos.
Un país competitivo es necesario para atraer inversión extranjera, para que los bienes y servicios producidos aquí puedan competir en los mercados internacionales y para que las importaciones no aniquilen a los productores locales.
El Índice de Competitividad Global coloca a la República Dominicana entre los países con las peores prácticas de favoritismo por los funcionarios del gobierno, ocupando el lugar 141 de 142 países evaluados.
El reparto de los permisos de importación de alimentos para cobrar peajes y otorgar privilegios, es un claro ejemplo de lo que el gobierno del PLD hace para beneficiar a unos pocos en perjuicio del interés de la mayoría.
A pesar del auge económico que pregona el gobierno de Leonel Fernández, la clase media es cada día más pobre, las oportunidades para los jóvenes son cada vez más escasas y la inseguridad mantiene a los ciudadanos en un permanente estado de angustia.
Señoras y señores, el verdadero tiempo perdido, han sido los ocho años de gobierno del PLD, en cuyo período hemos retrocedido en casi todos los indicadores institucionales y sociales, a pesar de los inmensos recursos económicos manejados por el gobierno, como apuntan organismos internacionales.
El uso indiscriminado y abusivo de los recursos públicos con fines proselitistas, el incremento desordenado y gigantesco de las nóminas y nominillas, el despilfarro y la corrupción han impedido que las condiciones de vida y la desigualdad social hayan mejorado en el país.
Vamos al gobierno a trabajar para enderezar el rumbo equivocado que lleva la nación. Con nuestra experiencia, conocimiento y firmeza impulsaremos los cambios que el país necesita.
Aplicaremos una política económica de apoyo a los sectores productivos privados, que sea consistente con las metas sociales de crear empleos y riquezas.
Vamos a cuidar el equilibrio macroeconómico y mejorar la calidad del gasto público, evitando el despilfarro y el descontrol de los déficits fiscales.
El endeudamiento, tanto interno como externo, será prioritariamente para invertir en infraestructura productiva y programas sociales.
Para enfrentar la desigualdad social, invertiremos en el desarrollo del capital humano de nuestro país, con mejores servicios de educación, salud y alimentación.
Tenemos el compromiso de convertir a la República Dominicana en un país exportador, basado en el desarrollo de la agricultura, la industria, la agroindustria, la construcción, la minería, el turismo y las zonas francas.
La amplia brecha que existe entre las importaciones y las exportaciones del país genera un déficit insostenible, en nuestra balanza comercial, el cual es un serio obstáculo a nuestras posibilidades de crecimiento.
Hay muchas medidas que aplicaremos de inmediato para estimular a nuestros sectores productivos y aumentar las exportaciones.
Entre ellas están la revisión de los impuestos que frenan la inversión privada, el estricto apego a la ley que rige el impuesto a los combustibles, la creación de un Fondo de Garantías para apoyar el financiamiento a las micros, pequeñas y medianas empresas y la eliminación de los trámites burocráticos a los inversionistas y exportadores.
No podemos continuar exportando impuestos. Como tampoco podemos endeudar al país para importar.
El impacto del desempleo, el alto costo de la vida y la inseguridad ciudadana, conforman un cuadro insoportable para la sociedad.
De todos los problemas del país, el desempleo es uno de los más dolorosos y angustiantes para las familias.
Más de la mitad del empleo del país es en el sector informal, lo que mantiene fuera de la protección social a más de 2 millones 200 mil personas.
Nosotros vamos al gobierno a trabajar para cambiar esa realidad.
La primera acción de nuestro gobierno para enfrentar el desempleo será restablecer los incentivos a las actividades productivas, como son las zonas francas, turismo, agricultura, construcción, minería e industria.
Impulsaremos un programa masivo de construcción de viviendas populares con la participación del sector privado en todo el territorio nacional, que contribuya a paliar el déficit habitacional que existe en el país, pero al mismo tiempo ayude a la creación de empleos.
Apoyaremos el desarrollo y consolidación de las micro, pequeñas y medianas empresas con financiamiento, capacitación y acceso a los mercados.
Crearemos un fondo económico para apoyar a mujeres y jóvenes emprendedores que deseen iniciar empresas.
El alto costo de la vida es otro de los grandes retos que tenemos por delante, debido a los precios exorbitantes de los artículos de primera necesidad y los servicios básicos.
Los precios de los alimentos, las medicinas, la electricidad y el transporte, entre otros, mantienen desesperadas a las familias que no saben qué más hacer para sobrevivir con los limitados ingresos que perciben.
Para ayudar a las familias a paliar esta dificultad, INESPRE volverá a ser una institución al servicio del pequeño productor y del consumidor de bajos ingresos, con la instalación de miles de mercados populares en barrios y comunidades pobres.
Ampliaremos el programa de farmacias del pueblo para todos los centros y hospitales del sector público.
Aplicaremos la Ley de Hidrocarburos con transparencia con la seguridad de que los precios de los combustibles y el transporte experimentarán significativas reducciones.
Desde ya estamos trabajando para promover la inversión en nueva generación eléctrica eficiente y económica, a partir del uso del carbón y el gas natural.
También trabajamos en las medidas que aplicaremos para reducir las pérdidas de las redes de transmisión y elevar la eficiencia de las distribuidoras hasta la eliminación gradual de los apagones y bajar el precio de la electricidad.
Señores y señores, queremos referirnos al grave problema de la inseguridad ciudadana.
Nos conmueve ver cómo la familia dominicana está angustiada, impotente e indefensa ante la creciente ola de crímenes, robos y asaltos que impunemente ocurren a todas horas y en todas partes del país.
En nuestro gobierno no vamos a permitir que la delincuencia, el narcotráfico y el crimen ganen la batalla.
Damos garantías a la sociedad de que actuaremos aplicando la ley con responsabilidad, sin que nos tiemble el pulso, para defender el derecho de cada ciudadano a vivir seguro y en paz.
Tenemos el compromiso de encabezar una gestión de gobierno que ejecute una política social solidaria centrada en el desarrollo humano y la creación de oportunidades para todos.
El presente gobierno aplica en los programas sociales un clientelismo sin escrúpulos y sin ética, que desconoce e irrespeta la dignidad de las personas con el único fin de buscar ventajas políticas.
La Tarjeta Solidaridad fue un programa iniciado por nosotros, en la administración pasada, como una ayuda a las familias necesitadas con hijos en edad escolar, las cuales al recibirla asumían el compromiso de mantener la asistencia de sus hijos a la escuela.
Ahora el candidato del PLD, quiere imponerle a la población una campaña basada en la mentira y el miedo, pero del único miedo que el pueblo debe cuidarse, es de las falsas promesas de un gobierno sordo e insensible ante los reclamos sociales.
Pueblo dominicano, quiero dejar bien claro que la Tarjeta Solidaridad fue una creación de nosotros, que vamos a mantener y ampliar sus beneficios, también vamos a despolitizar su entrega para que todo dominicano o dominicana que califique, independientemente de su simpatía política, la reciba.
Aplicaremos la Seguridad Social como establece la Ley para que las familias de escasos recursos tengan acceso a servicios de salud, medicina, planes de retiros y protección laboral.
La corrupción es otro tema donde el país muestra un deterioro inaceptable.
El índice de corrupción de Transparencia Internacional sitúa a la República Dominicana como uno de los países más corruptos del continente.
Y por más piruetas que el gobierno del PLD hace, no hay manera de ocultar su apañamiento a la corrupción y la falta de voluntad para someter a la justicia a los funcionarios responsables de actos indebidos.
Tenemos una profunda conciencia y un convencimiento total de que la corrupción daña y destruye todo, destruye el trabajo del pueblo y aniquila sus esperanzas y confianza en el futuro.
Quiero que el país me escuche bien, nosotros vamos a enfrentar este flagelo con todas nuestras energías.
Sabemos que mucha gente recela de los políticos y sus promesas y confieso que en muchas ocasiones tienen razón, pero en esta ocasión quiero hablar más que como político, como ciudadano consciente de sus responsabilidades y preocupado por el rumbo que lleva el país.
Estoy apelando a la conciencia de esa gente que ha perdido la fe en los partidos políticos, a los miles de dominicanos que de voz en cuello en cada campo, en cada barrio, en cada comunidad reclaman terminar con la prepotencia y la mentira de este gobierno.
A todos aquellos que aún tienen alguna indecisión sobre el valor de su voto, le recuerdo que su voto puede ser la diferencia entre continuar el camino equivocado que lleva el país o producir un cambio a favor de la regeneración moral de la República y el futuro de nuestros hijos y nietos.
Porque en estas elecciones se trata de derrotar para siempre el predominio de la mentira, la arrogancia y la corrupción que le ha impuesto el gobierno del PLD a nuestra sociedad, nadie, absolutamente nadie, debe permanecer indiferente sin contribuir con su voto a derrotar el pesimismo y fortalecer nuestra democracia.
Por nuestra parte les aseguramos, desde lo más profundo de nuestros sentimientos, afectos y lealtad que no defraudaremos la confianza y respaldo que el pueblo esta depositando en nosotros.
Nuestra invitación es un llamado a dar lo mejor de cada uno de nosotros, para recuperar los principios y valores que nos permitirán construir un mejor país, pero para todos.
En los próximos días concluye el 2011, el cual ha sido un año difícil, de grandes dificultades, caracterizado por un deterioro de las condiciones de vida del pueblo, la estrechez económica, el aumento de la desigualdad social, y la pérdida de la esperanza.
Afortunadamente, el 20 de mayo del próximo año, serán las elecciones nacionales y todas las encuestas serias nos colocan con la posibilidad de ganar la presidencia de la República en primera vuelta.
Por lo que, desde este lugar, bajo la consigna de año nuevo, gobierno nuevo, invito a todos los dominicanos y dominicanas de buena voluntad, a trabajar sin descanso por nuestra victoria electoral, la victoria que nos permitirá devolver la esperanza y el optimismo al pueblo dominicano.
Amigas y amigos, que las bendiciones del niño Jesús, el hijo del Dios Todopoderoso, cuya natividad celebramos en estos días, hagan que el nuevo año, sea de cambios y prosperidad para todas las familias dominicanas.
Feliz Navidad,
Muchas gracias.
Hipólito Mejía
11 de diciembre, 2011
Encuentro Sector Externo
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